Confesar...
Se sentó junto al Rey y ambos se quedaron en silencio. No se miraban tampoco, simplemente estaban allí uno en compañía del otro. Entonces el mago se inclinó y susurró algo que solo el Rey escuchó. Ambos se sonrieron y simplemente cruzaron sus miradas.
-Entiende, Mago, esto lleva mucho tiempo -le dijo el Rey.
-¿Acaso fuiste vos quien la eligió?
-Y a vos también.
-¿Y cómo sigue esto?
-Tendrás que averiguarlo vos -le dijo y le tomó la mano-. Yo se que vos sos de esos que le gusta tener todo planeado, Yo te hice así. Pero en este caso, nada será así, nada podrás anticipar y solo podrás acompañar mi designio. Cuídala.
El mago se levantó y tras hacer una leve inclinación, se retiró. Alguien lo esperaba fuera...
-Entiende, Mago, esto lleva mucho tiempo -le dijo el Rey.
-¿Acaso fuiste vos quien la eligió?
-Y a vos también.
-¿Y cómo sigue esto?
-Tendrás que averiguarlo vos -le dijo y le tomó la mano-. Yo se que vos sos de esos que le gusta tener todo planeado, Yo te hice así. Pero en este caso, nada será así, nada podrás anticipar y solo podrás acompañar mi designio. Cuídala.
El mago se levantó y tras hacer una leve inclinación, se retiró. Alguien lo esperaba fuera...
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