15

El Guerrero Dorado se acercó al Rey y se inclinó.
-¿A dónde me envía esta vez, mi Señor? -preguntó el primero, mas que dispuesto a partir nuevamente.
-A ningún lado -dijo el Rey sin inmutarse.
-¿Pero cómo? Mi Señor, hace muchos años que cumplo al pie de la letra sus peticiones. Donde me envió siempre fui.¿Acaso he hecho algo que lo ofenda?
-Al contrario, mi fiel servidor. Este año tengo preparado algo distinto para vos. Tu siguiente misión es en esta tierra. Plantarás, regarás y cuidarás de algo nuevo.
-No entiendo.
-Sacrificarás cosas que nunca has sacrificado, y te volverás padre de hermosas cosechas. Éstas traerán frutos que ni vos pensabas y al final estarás tan cansado como Atlas cargando la Tierra.

Soy feliz, pero extraño. Veo a mis iguales prepararse para la cruzada y me lleno de nostalgia. 15 fueron las misiones en las que participé o guié. Hoy veo en la distancia que el cansancio pesa, y pese a que estoy por emprender un viaje de descanso junto a quienes quiero, no puedo evitar pensar en aquellos que se están yendo donde mi corazón tiene su lugar.

-¿Sabés que tenés la oportunidad de ir, no? -preguntó el Rey tras entrar en los aposentos del Guerrero Dorado.
-Mi Señor, nunca iría donde no me envías vos. Si esta es tu forma de decirme que ahora soy profeta en mi tierra... pese al dolor que esto me causa, lo voy a hacer.
-No me gusta verte triste, pero quiero que entiendas que hoy vos sos mi mas fuerte y débil guerrero, en tu tierra natal. Nuevos cantos se harán presente este año en tu segunda batalla junto a tus nuevos hermanos. ¿Los amas?
-¿A quienes?
-Tus nuevos hermanos.
-Son el regalo mas hermoso...
-¿Estás dispuesto a no olvidar tus 15 servicios fuera de casa, para construir el segundo dentro?
-Tengo miedo, mi Señor....
-Me preocuparía si no lo tuvieras...

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