Techos en el alma...

Se despertó con la sensación de ver mas luces de las que normalmente veía. Se vistió, pasó por el baño, abrió la ventana y lo notó. El clima dentro era el mismo que por fuera. Se había despertado y la briza ya estaba presente allí, junto a los rayos del sol y sus colores cálidos. Entonces miró hacia arriba y se dio cuenta... el techo no estaba. Solo habían quedado las vigas.
Al principio se preocupó, luego se angustió, luego se preguntó a dónde había ido el techo, luego quién se lo había quitado, luego se enfureció, luego entristeció. Al final se preguntó que le sucedería a sus cosas si se largaba a llover. Y volvió a mirar al cielo. No había indicio alguno de lluvia. Entonces, de un segundo a otro, se puso todo oscuro y el agua comenzó a caer. Por dos segundos se desesperó, pero solo dos segundos. El agua no entraba, no mojaba nada en el interior. Simplemente desaparecía cuando tendría que entrar.
-Confiá un poco mas -se dijo a sí mismo-. Siempre te están cuidando el alma.
Entonces se despertó, miró al techo y sonrió.

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